China impulsa, y firma, el mayor acuerdo comercial de la historia.
La crisis que originó el COVID-19 marcó a todo el planeta con un shock de dimensiones históricas. Sin precedente alguno, el COVID sacudió los cimientos en los que se sostenía nuestra sociedad  desmontando ese creencia de gran bienestar que se tenía. 

La paralización forzosa de la economía para evitar la propagación del virus, despertó nuevamente las tensiones que habían sido sembradas en una Guerra Comercial entre China y Estados Unidos, iniciada por Donald Trump con el mandatario chino, Xi Jinping. La imposición de aranceles y sanciones, en un escenario de gran hostilidad, provocó un gran deterioro del flujo comercial y un reto económico, según lo confirma la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE COMERCIO (OMC).

 Estados Unidos, en un escenario en el que las negociaciones se encontraban prácticamente suspendidas con CHINA , impulsó tratados comerciales existentes con sus dos principales socios comerciales, MEXICO y CANADÁ . El T-MEC, que rebautizaba el acuerdo alcanzado en el año 1994 con Mexico, y el TLCAN, se convertía en la mejor herramienta de presión para su guerra con China. Desde el año 1994 hasta el cierre del 2018, el volumen de comercialización entre México y EEUU pasó de 82.000 a 612.000 millones de dólares, un aumento del 651%, y los intercambios entre México y Canadá́ se incrementaron 808%.
Esta jugada de Donald Trump serviría para demostrarle a China el poder de la economía estadounidense, así como la "prescindencia" de los Estados Unidos de depender en materia comercial de China . Esta situación “dejaba coja” a la economía China, que a diferencia de Estados Unidos, veía como su comercio con el que hasta ahora había sido su principal socio comercial venía reduciéndose desde el inicio de las tensiones,  registrando decrementos que mostraban un fuerte impacto, muy dañino para el dragón asiático.

La respuesta estaba por llegar

Todos estos sucesos, fueron preocupando a la economía china, que, callada como siempre, esperaba una respuesta amigable de los Estados Unidos, así como una nueva configuración en sus relaciones de forma más próspera y beneficiosa. Sin embargo, la suspensión de las negociaciones, así como los continuos ataques al país asiático por los contagios que vinieron de China, provocó que el mandatario chino XIi Jin Ping , buscase nuevas herramientas para fomentar el comercio,  para compensar el descenso en el superávit comercial del país, y basándose en la misma estrategia de Donald Trump.
RCEP ( Regional Comprehensive Economic Partnership).

En tiempo record, China logra un nuevo acuerdo comercial firmado en 2021 en Hanoi, con los diez miembros de la Asociación de Países del Sudeste Asiático (Asean) además de China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda. Este acuerdo pretende ser mucho más grande que los existentes. 

Una respuesta demoledora

RCEP es un gran acuerdo que, atendiendo a sus dimensiones, presenta datos demoledores, en contraste con otros acuerdos. Es un acuerdo que integra a 15 países, con una población agregada de 2.200 millones de personas. Un acuerdo que, combinando los distintos niveles de producto interior bruto (PIB), supone un agregado de 22,14 billones de dólares. También, acapararía el 28% del comercio mundial, pudiendo absorber una cuota superior en los próximos años. A la vez que, supondría un acuerdo en el que se integraría el 30% del PIB mundial.

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RCEP EN CIFRAS

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Como se puede apreciar, ni la Unión Europea, ni el T-MEC, pueden combatir estas cifras.
Por ejemplo, el T-MEC muestra un flujo comercial de 1,2 billones de dólares entre los países participantes.  Por otro lado, la Unión Europea, pese a acaparar cerca del 15% del comercio mundial, así como un PIB combinado que acapara el 20% del PIB mundial, también presenta un volumen de comercio, muy lejos del acuerdo que han alcanzado las potencias asiáticas.

En resumen, es un acuerdo de gran envergadura y que da vuelta la guerra comercial que mantenían las dos primeras potencias del planeta, USA y CHINA. Cansado de esperar.
China se ha levantado en armas contra los Estados Unidos, comercialmente hablando. Una iniciativa que, de la misma forma que busca suplir a los Estados Unidos en esa relación comercial que mantenían ambos países, pretenden impulsar la economía asiática hasta convertirla en la economía dominante del comercio a nivel mundial. 

 

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