No se podía esperar algo muy diferente. En la reunión del G-20 en Buenos Aires, Trump y Xi Jinping solamente esbozaron la posibilidad de llegar a un acuerdo comercial, entre Estados Unidos y China que libraría a Pekín de un aumento de los aranceles de Washington.
Pero...qué garantía existe de que Estados Unidos no subirá los aranceles sobre las importaciones de China en tres meses si Pekín no abre sus mercados como prometió? El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenaza con subir los vigentes aranceles sobre China del 10% hasta el 25% "si fracasa el esfuerzo de negociación que tendrá lugar los próximos 90 días".
Y China cumplirá comprar?... "una considerable cantidad de productos de los ámbitos de la agricultura, la energía, la industria y otros productos de Estados Unidos para reducir el desequilibrio comercial" como anunció la Casa Blanca después de las conversaciones mantenidas durante la cena al margen del G20 que compartieron Trump y Xi? Esto es particularmente interesante comparar los comunicados que hicieron ambos países del compromiso de acuerdo, porque China, en su propio comunicado, no menciona productos específicos, calendario o cantidad de dólares en los llamados compromisos citados por Estados Unidos (a continuación, una comparación de las líneas de discurso de Estados Unidos y China:
PETRÓLEO: Aunque igual de importante a las discusiones sobre comercio entre Trump y Xi— también se produjo en el G20 un encuentro entre el príncipe Mohammed bin Salman de Arabia Saudí y el presidente ruso Vladimir Putin.
Ambos líderes discutieron sobre el reequilibrio del mercado mundial de petróleo. Putin dijo más tarde a los reporteros que Rusia llegó a "un acuerdo para prolongar nuestros convenios" con Arabia Saudí. Si desciframos sus declaraciones, significan lo mismo: Moscú apoyará a Riad en su afán por anunciar reducciones de la producción cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se reúna los días 6 y 7 de diciembre.
Desde que registrara máximos de cuatro años exactamente hace dos meses, el petróleo WTI ha perdido cerca de un tercio de su valor a causa de problemas de superabundancia.
Aunque Rusia no es miembro de la OPEP, ser el tercer mayor productor de petróleo del mundo —la primera y segunda posición las ocupan Estados Unidos y Arabia Saudí respectivamente— ha convertido a Moscú en un actor importante en el llamado requilibrio del mercado del cártel de 15 miembros desde 2016. Fue la cooperación de Rusia y Arabia Saudí la que respaldó la subida del WTI desde los mínimos de casi 25 dólares por barril registrados en el año 2016 durante otra superabundancia de petróleo de esquisto de Estados Unidos. Estados Unidos no tiene ninguna empresa petrolera nacional y no colabora con la OPEP.
Los medios de comunicación han sugerido que la OPEP está trabajando en una reducción de 1,3 millones de barriles al día de su producción frente a los 32,9 millones de barriles de octubre.El repunte del petróleo no durará sin una buena reducción. Este año, RUSIA no ha ofrecido a Riad su respaldo absoluto en cuanto a una reducción de la producción, aunque Putin ha seguido mostrando una actitud amable hacia el príncipe heredero MbS en el G20 a pesar del ostracismo al que los líderes mundiales han sometido al joven líder árabe por su posible involucración en el sospechoso asesinato de su feroz detractor, el periodista Jamal Khashoggi.
Sin reducciones significativas de la producción, podría ser difícil mantener el repunte, a menos que la OPEP y sus aliados no miembros de la OPEP reduzcan la producción en 1 millón de barriles al día como mínimo en la reunión del 6 de diciembre. De no alcanzar acuerdo de reducción es probable que hagan descender los precios al nivel de soporte en los 50 U$/barril. No obstanrte, dese el punto de vista gráfico se puede apreciar que el mercado está preparando los equilibrios de oferta y demanda para ser desplazados hacua los 60 U$/barril.